«El monumento más representativo del Marítimo, Les Drassanes del Grau de la Mar (1338), cuya edificación se adelantó en el tiempo incluso al Miguelete (1381), Torres de Serranos (1398) y de Quart (1411), no ha sido nunca recogido por los pinceles de cuantos autores han firmado desde 1929 hasta 1973 los carteles de la Semana Santa Marinera de Valencia.
Sin embargo, el mar, testigo presencial de unas celebraciones que conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, se observa como telón de fondo en una gran mayoría de esta colección. El ambiente creado por los distintos autores como reclamo de esta fiesta del Marítimo -desde 1956 ya bajo el título de Semana Santa Marinera- está acompañado, principalmente, de barcas de vela, barcas de “pesca de bou”, etc. En otros, unen a un apacible mar en calma monumentos o edificios de gran calado marinero como el Faro, el Edificio del Reloj del Puerto o el monumento a Sorolla en su primitiva ubicación.
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Buscando una justificación que nos lleve a comprender por qué los publicistas no las consideraron merecedoras de quedar inmortalizadas en sus obras -a pesar de que en 1949 ya estaban declaradas Monumento Histórico Artístico Nacional-, asoma esta sucesión de hechos.
En 1840, al ser vendidas a particulares, los cinco cuerpos paralelos del histórico edificio cambiaron totalmente su fisonomía exterior. Esto motivó que la belleza de la que hoy gozan tras su restauración en 1992, una vez que pasaron a ser patrimonio artístico de todos los valencianos (1981), permaneciera oculta durante casi siglo y medio.
Es por fin en 1998 donde, por primera vez, en un cartel de la Semana Santa Marinera se pueda admirar una instantánea que recoge un trozo de fachada de lo que fueron los astilleros medievales del Grao. Delante, el grupo escultórico de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, cuya vinculación con ese tesoro que hoy brilla con todo su esplendor, ocupará unos renglones en este trabajo.
Meses antes, octubre de 1997, como colofón de los actos del I Centenario de la Anexión de los Poblados Marítimos a Valencia, las Atarazanas fueron sede de la Exposición Iconográfica “El Rostro de la Semana Santa Marinera”. Para este evento, sin duda el de mayor protagonismo que la Semana Santa Marinera ha tenido en este monumento, se confeccionó un cartel donde, dos de las naves de esta construcción con más de seis siglos y medio de historia, quedaron representadas junto a unos penitentes en un dibujo firmado por Nuria Cerveró Pozo e Irene Ibáñez Castro.
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Tras observar la casi nula representación que ha dejado el cartelismo de nuestra penitencial fiesta de las Reales Atarazanas, veamos ahora unos aspectos, tanto a nivel colectivo como de la junta parroquial del Grao, donde el enclavamiento de este Monumento fue y es sumamente valorado para cobijar distintos actos procesionales.
La plaza que las alberga ya fue en 1929 lugar de encuentro y punto de partida del nuevo acto colectivo al que los entonces componentes del organismo precursor de lo que es hoy la Junta Mayor, llamaron:
“Fantástico Festejo con motivo de la visita a los Santos Monumentos”. El festejo tuvo lugar el 28 de marzo, Jueves Santo, a las 21’30 horas. Después de varios cambios, en 1993, la concentración recobró la misma ubicación. El colorido de los hábitos de las distintas hermandades y cofradías, y de sus artísticos estandartes, sirven para aumentar aún más si cabe la belleza de esta reliquia histórica de nuestro pasado.
Fue a mitad de siglo pasado (1945/1946) cuando, bajo su arquería gótica, se escribió una página de historia que las une definitivamente con la Semana Santa Marinera. La familia Illueca, propietaria de la empresa de reparación naval “Sucesores de Vda. de Enrique Illueca”, ubicada en las tres primeras naves -desde la Avenida del Puerto-, fundó la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, con sede en Santa María del Mar.
Desde 1996, cada Martes Santo, esta hermandad celebra, sobre las 21:30 horas, en ese bello marco, el “Encuentro” del Nazareno con su Madre, la Dolorosa del Grao, arropada por su cofradía de Granaderos. Al volteo de las campanas y al disparo de las 21 salvas, los dos pasos se van acercando ante un silencio sepulcral, que queda roto por los aplausos y las cálidas voces de una coral polifónica al interpretar dos piezas de música sacra. En ese momento, no solo se revive el pasaje bíblico, sino, también se evoca la primera salida procesional del grupo escultórico del Nazareno, desde la segunda nave, a la vez que, en callada oración, se recuerda a los difuntos de la familia Illueca.
"Paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, obra de Carlos Román y Vicente Salvador que salió por primera vez en la Semana Santa de 1946, fue refundada por José Vicente Cifre en 1989 y desde entonces sale, además de en los actos colectivos, el Martes Santo que es su festividad."
José Vicente Cifre Fornas
A nivel también de la parroquial del Grao, el Domingo de Ramos, la fachada de su nave central se convierte en improvisado altar para acoger la Bendición de Palmas. Preside el acto la centenaria imagen del Santísimo Cristo de la Palma, que es llevada por componentes de las Hermandades y Cofradías del Grao.
Les Drassanes Reials del Grau de la Mar, todavía lejos de ser un monumento tan visitado como los del centro de la ciudad, tienen un vínculo de unión con la Semana Santa Marinera desde que, en el templo de la entonces Villanueva del Grao, se formaron, según la tradición en el siglo XV, las primeras cofradías. Su privilegiada ubicación, dentro del paisaje marinero por donde transcurren y se celebran algunos de los actos, engalana esa estampa señera de liturgia, arte y fe que nuestra centenaria fiesta desprende a su paso».
Mª Carmen Serra
http://www.semanasantamarinera.org/
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